Declaración del "Colectivo en Clase" de Ademys para la marcha educativa
Asistimos a un espiral ascendente de la profunda crisis económica y su
consecuente crisis política, con tendencia a acelerarse, al punto que el
anuncio de Macri de adelantamiento del “prestamo” del FMI, no hizo más que aligerar
la corrida cambiaria, llegando el dólar a los $ 40 (y sin techo), lo que
dispara más la inflación, que a esta altura superaría el 35%. Es la
manifestación clara de que el sector financiero y el resto de la burguesía ya
le quitaron el apoyo al gobierno de Cambiemos. La causa es que, desde el punto
de vista del capitalismo, el gobierno no cuenta con la cantidad de dólares
necesarios para afrontar todos los compromisos. Por eso ya se habla de la
posibilidad cierta de default. Esta situación se agrava con el escándalo de la
corrupción, que revela la estafa del kirchnerismo, el macrismo y los
empresarios de la patria contratista, profundizando aún más la recesión.
La heroica lucha de
las/os docentes universitarias/os, contra el techo del 15% al salario y el
ajuste de más de $ 4000 millones, ha cobrado una enorme dimensión, abriéndose
camino en la agenda política. Contra la voluntad de dirigentes sindicales
universitarios kirchneristas, que levantaron el paro y maniobraron para no ir a
Plaza de Mayo en la marcha de hoy, las
más de 3 semanas de paro sostenidas por los organismos dirigidos por la
izquierda, y las masivas movilizaciones de docentes y estudiantes (más de 50
mil personas se manifestantes en Córdoba, sumada a las ocupaciones de los
establecimientos en todo el país, etc.), no se pueden escindir de la profunda
crisis de todo el régimen democrático burgués y el auge de las luchas del
pueblo trabajador, como la del Astillero de Río Santiago, los trabajadores de
Telam, Luz y Fuerza de Córdoba, etc..
Esta situación se da previo
a que el gobierno haya ejecutado el grueso del ajuste, pronosticado para el
presupuesto 2019, que está negociando con el PJ, y que implica un salvaje
recorte, orientado sobre todo a trabajadores del Estado (administrativos, salud
y educación), con despidos, precarización y reducción salarial (está pautado un
8 % de “aumento” para el año que viene). El problema que tiene la burguesía es
si Macri tiene la espalda para ejecutar semejante ajuste, agravado, como dijimos
por el escándalo de la corrupción. Por eso Pagni en su editorial del canal LN+
del 13/08, se plantea la incógnita, si “con
todo este proceso, que muestra las entrañas de un poder muy deslegitimado, muy
corrupto, es si, tendremos capacidad para recrear institucionalmente un juego
político más democrático más legitimado (...)”. También mencionó que se
está discutiendo el adelantamiento de las elecciones, y el mismo Duhalde
expresó en estos días que la gente está cerca de empezar a plantear el “que se
vayan todos”.
Tal es la bronca
popular, que la CGT que se reunió con el FMI (mientras reprimían a los
trabajadores del ARS) y que expresó su predisposición de dialogo luego de una
entrevista con Macri, acaba de anunciar un paro para el 25 de septiembre, es
decir, a 3 meses de la última medida de fuerza y sin perspectiva de
continuidad. Su único objetivo es descomprimir el auge de las luchas. Lo mismo
que las CTA y Camioneros, que llaman a un paro de 36 hs para esa fecha. Toda la
burocracia sindical, interviene para garantizar la gobernabilidad y llegar con “paz
social” a las elecciones 2019, abonando a que pase el ajuste de Macri y los
gobernadores.
La lucha docente de provincia y CABA
En el anterior comunicado
planteábamos: “lo que más demuestra el
estado de ánimo y de combatividad es la rebelión de docentes y familias del
conurbano bonaerense por la desastrosa situación edilicia de las escuelas
producto del ajuste en infraestructura que implicó el asesinato laboral de
Sandra y de Rubén en Moreno”. Este estado de quimera es potenciado por la
reducción salarial que implica la oferta del 19 % de Vidal. Por eso, contra su
voluntad, Baradel y el FUD, no tuvieron más opción que convocar a un paro de 72
hs, para esta semana.
En la Ciudad de Buenos
Aires, Larreta y Soledad Acuña, no se movieron del 15% de “aumento” salarial
docente, fijado unilateralmente con el acuerdo de 15 sindicatos. Solo
adelantaron la última cuota a cobrar en septiembre e impusieron una
diferenciación salarial para quienes tengan título de grado universitario, doctorado
o Maestría. Por otro lado, el referente en educación del PRO en la legislatura,
anunció que avanzaran con la creación de la UniCABA, sin “cerrar” los profesorados,
es decir, la “coexistencia”. Pero todos sabemos que más temprano que tarde, esto
implica el vaciamiento y cierre de los IFD. A esto, hay que sumarle los graves problemas
de infraestructura, la secundaria 2030, etc.
En
este contexto, la burocracia celeste de UTE, convoca a un cese para hoy a las
15 hs. Y anunció que sí el ejecutivo porteño no convoca a mesa salarial
realizaría paros en septiembre. Es decir, la “lucha” en cuotas, ya que se va a
cumplir un mes de la última medida de fuerza celeste. De consultar a los
docentes, y realizar plenarios: bien, gracias. Toda la docencia porteña repudia
los paros aislados. Ademys, es el único sindicato que le
dio continuidad al paro de no inicio, con la iniciativa del paro del 3 (en
repudio a los asesinatos de Sandra y Rubén), y con el paro del 8 y 9 de agosto. Sin embargo, a fines de la semana pasada comenzaron a realizarse varias
consultas de docentes acerca de si Ademys convocaba a paro el 30, en el marco
que se instalaba cada vez más la movilización y la trascendencia del conflicto
universitario, y nuevos factores de la lucha de clases, como el paro de 72 hs
de prov. y la acelerada devaluación. Producto de esas consultas por la nueva
situación, se convocó a una reunión abierta y ampliada del Consejo
Directivo, realizada el 28 de agosto. Desde el Colectivo Docente En Clase,
junto con Alternativa Docente mocionamos que Ademys debía convocar a paro en
todos los turnos el jueves 30, sin embargo el resto de las agrupaciones,
impusieron la mayoría para que el paro sea sólo del turno vespertino.
¿Qué hacer?
Desde el Colectivo Docente En Clase,
consideramos que ante el auge, masificación y radicalización de las luchas, que
desbordan no sólo a las direcciones burocráticas sino que también cuestionan el
parlamento, el poder judicial y el rechazo a Macri y su gobierno, la tarea
central (en la perspectiva de ir construyendo una Asamblea Nacional de
Trabajadores), es darle continuidad al plenario de Lanús convocado por el
sindicalismo combativo para definir un plan de lucha nacional con independencia
de clase, uniendo a todas las luchas y canalizando todo el descontento y la
bronca popular mediante la acción directa, con cortes y movilizaciones, para
llegar al paro general de 36 hs del 25 de septiembre con piquetes en todos los
accesos para echar a Macri, los gobernadores y el Kirchenerismo. Ante la
profundización de la crisis económica y política, hay condiciones de sobra para
intervenir con independencia de la burocracia, por eso no puede ser el eje
central de intervención la exigencia a paro de
la CGT y la CTA.
En el ámbito educativo (que no es ajeno
a la situación gral.) de ciudad y provincia, hay que construir la coordinación
de Ademys y los Sutebas Multicolores para impulsar y definir paros progresivos
y en semanas consecutivas, también de forma independiente de la burocracia
celeste, es la intervención más efectiva para imponerles las medidas de fuerza
y un verdadero plan de lucha. Para eso es necesario promover espacios de
deliberación por escuelas, por distritos, y asambleas unificadas que definan las medidas
de acción. Es posible echar a Macri, los
gobernadores y al FMI y derrotar el ajuste, la reformas antiobreras, frenar los
despidos y conquistar salarios y condiciones laborales dignas. Vamos por un
gobierno de asambleas populares.
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